Aquella noche en que violó a aquella muchacha desalmada, por tercera vez me asestó aquella maldita frase siniestra. Pero yo no volví a destrozarle la cara sino a correr, correr, correr. A huir. Empapado en vileza.
Cómo me miraste ese día. Ese día que me marcó a fuego y que tú no has olvidado porque para ti, Matilda –que hay golpes tan duros, yo lo sé–, jamás ha existido.
Seguro que los enemigos de Israel (y de EEUU) han tomado buena nota. La entrada Biden tardó mucho en llamar a Netanyahu aparece primero en Revista El Medio.
Siguen empeñados en exonerar de responsabilidades a los palestinos. La entrada ¿Paradigma perdido? Lecciones de etnocentrismo aparece primero en Revista El Medio.