Lo vuelvo a comprobar esta noche: ahora mismito hay gente del Barça que anda revolcándose en una charca calentorra reventona de su bilis resentida. Porque ha perdido el Madrijjijijijijijiji.
Son unos infelices de cuidado y mierda. Me recuerdan a esa gente despreciable que retrató perfectamente Felipe Benítez Reyes, que tiene en la mano un donus cojonudo, calentito, bien recubierto de chocolate rico y relleno de crema cuqui pero que sólo accede a su éxtasis de porquería cuando ve cómo al mendigo de la esquina se le cuela por el hueco de la alcantarilla el tremebundo donus de anteayer que le acaba de quitar a un gato callejero comido por las pulgas.
De no contar, el asco asqueroso que me dan.
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